Rev. Bev Spears de la Congregación Unitaria Universalista de Santa Rosa y miembra del Caucus de Líderes Religiosos de NBOP ofrece una reflexión sobre las últimas decisiones de la Corte Suprema.
Dados los tiempos en los que vivimos, las decisiones recientes de la Corte Suprema, desde el último golpe a los derechos LGBTQ+ y el fallo que prohíbe a los colegios y universidades considerar la raza como un factor en las admisiones, son contratiempos masivos e inevitables.
Las leyes y políticas de acción afirmativa estaban destinadas a expiar cientos de años de opresión socioeconómica racializada.
Como una joven Afroamericana, llegué a la mayoría de edad aprovechando una ola de oportunidades de acción afirmativa que mis padres nunca habían tenido, pero créanme, ¡nunca me dieron nada! La verdad es que para poder sobrevivir como persona Afroamericana, y mucho menos prosperar desde la universidad hasta mis carreras, tuve que trabajar tres veces más y ser tres veces mejor que mis compañeros de trabajo y escuela. El mantra de la cultura dominante blanca era: "Tal vez tengamos que dejarte entrar, pero estaremos condenados si vas a sobrevivir.
Ese es el mensaje final que ahora viene de la Corte. Tenemos unos 5 minutos para parar y atender a las heridas, y luego volvemos a luchar.
No podemos simplemente luchar por la justicia; tenemos que hacer lo que sea necesario para mantener la justicia una vez que llegue.
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